Mi mente en ciclo

Estándar

Retransmitiendo desde la templada cueva. El exceso de café y una comida rica en pimiento (serranito) han acabado por mezclar un cóctel explosivo que, irremediablemente, me ha forzado a pensar.
Me encontraba hace un rato apoyado en la ventana del balcón obervando la solitaria calle mientras un cigarro se consumía a ritmo de calada y ráfaga de viento. El sinuoso baile del humo mecido por el aire, mezclado con la absoluta ausencia de movimiento en la calle me ha hecho recordarme, hace ya 9 meses, en el mismo lugar, con la misma postura y fumando el mismo cigarro de espera. Eran tiempos inestables, y una idea me recorrió la mente mientras el pequeño fuego se hacía ceniza. Se avecinaban tiempos de cambio, y pensé que tal vez esa sería la última vez que viese Jaén con esos ojos.
Sonreí. No una risa de felicidad. Sólo una sonrisa.
Sin embargo, poco después comencé a pensar en mi yo del futuro. Mi yo soltero, a final de curso, tras un año incierto cargado de un desconocimiento tentador, fumándose un cigarro, y analizando todo lo ocurrido con una sonrisa verdadera en el rostro.
No obstante, mi yo futuro se ha convertido en presente, y lo que he recordado después de un año auténticamente de locos, es el último día de mi yo pasado pensando en el ahora.

El cigarro de espera se ha consumido. Lo dejo caer al vacío mientras esa sonrisa se ríe del tiempo.

Un comentario »

Deja un comentario